El ojo de Horus ó Udjat (siempre en singular) era para los antiguos egipcios un símbolo protector, mezcla de ojo humano y halcón peregrino. Los antiguos egipcios incorporaron este elemento mágico a la navegación, pintando 2 ojos gemelos pero independientes, a proa en las bandas, tanto para barcos que transportaban reyes y divinidades como para navegantes particulares y de mercancías. En ocasiones eran representados, también, en la pala de los remos.
La leyenda
Desde época primordial es usado como el más potente amuleto contra el “mal de ojo”, que hace bajar la vista al que viene con influencias negativas. Generalmente se identificaba el ojo derecho con el Sol, Dios Re ó Ra, pintándolo con colores oro, ocres vivos, anaranjados y rojos, y al ojo izquierdo con la Luna ó con el Dios Halcón Horus, el dios que todo lo ve, aún de noche, se lo pinta con colores fríos, blancos, azules y negros. Cuenta el mito que el Dios Halcón Horus, era el Dios del lejano Cielo, la Luz y la Bondad, “el elevado” que tiene la capacidad de verlo todo y dio origen divino a la monarquía egipcia. Si bien el mito es pre-dinástico, en tiempos del Imperio medio y de la cosmovisión Osiris-Isis, como dioses Solar y Lunar, es cuando toma más fuerza. Horus era hijo de Isis y Osiris. Osiris era el dios padre-sol, que en una pelea ancestral contra el dios Seth, dios de las tinieblas, fue ahogado por este y cortado en 14 pedazos, arrojando luego estos alrededor de la tierra. Cuando Isis diosa madre-luna se enteró, buscó y encontró todos los pedazos, los unió y dio forma nuevamente a Osiris con quien tuvo a su hijo Horus. Osiris reinaría así sobre los muertos.
Horus, para vengar a su padre, se enfrentó en terrible contienda a Seth y pese a derrotarlo, éste le quitó y destrozó su ojo izquierdo lunar, perdiéndolo en la oscuridad de la luna nueva. Thot, el 3 veces sabio dios sanador, consiguió reconstruir los pedazos del ojo de Horus y formar la Udjat, Wadjet ó Oudja -2 ojos gemelos, símbolos del sol y la luna, capaces de observar toda la maldad del mundo (abiertos son luz, cerrados son oscuridad). Ya con la Udjat, en la claridad de la luna llena, Horus, le devuelve la vida a Osiris, su padre, quien reinaría a partir de ese momento sobre los vivos y los muertos.
Siendo tan dura y expuesta al peligro la vida en el mar, poco puede sorprender que entre los navegantes del Mediterráneo, se extendiera la costumbre de pintar o tallar en proa del lado externo de las bandas de las naves, dos ojos, constantemente abiertos, para atisbar y eludir peligros que se escapan a la percepción humana. Dicha protección se tornaba indispensable si atendemos a las técnicas de navegación que predominaron en la antigüedad y que en muchas ocasiones el azar y la buena suerte eran determinantes para llevar una empresa a buen puerto, nunca mejor dicho.
De sobra es conocida la admiración de los fenicios por la cultura egipcia y todo lo que estuviera relacionado con ella. Gracias a su “supremacía” naval llevaron este amuleto y el estilo oriental al occidente mediterráneo. Aquí fue adaptado por sus aliados etruscos-tirrenos y por las poblaciones del sur de la Península Ibérica. Los antiguos griegos, herederos de forma directa de “lo egipcio” u orientalizante, con sus colonias al norte del Nilo-Naucratis- pintaron en sus naves grandes ojos redondos ophtalmoi con otra forma y sentido religioso pero adoptando su carácter marcadamente supersticioso. Así fue como esta simbología saltó fronteras como protectora de la navegación, penetrando en diferentes culturas del mediterráneo. Y esta tradición se ha mantenido viva por siglos en las embarcaciones de muchas zonas costeras del occidente, donde estas culturas dejaron su legado. Hoy podemos verla, aunque ya haya perdido su característica iconográfica, en barcos de pesca y transporte, en diferentes puertos y actividades.
En la isla de Malta, los luzzu, barcos de pesca y los dhajsa, embarcaciones de paseo, son orgullosos portadores de la udjat, También se ven udjat en las embarcaciones de Cerdeña y Chipre. Están en barcos de Cataluña y de Portugal, como testimonio de antiguos contactos fenicio-púnicos y en el Golfo de Vizcaya, se aprecian en los barcos de pesca vascos, donde se usa desde tiempo inmemorial una estilizada udjat, más conocida como begi-ordeak ó begijet, en Euskera.
Así la visión del ojo de Horus, es símbolo de un mundo feliz y la Udjat significa lo que esta completo. Estaba relacionado con las fases lunares, los eclipses y las tormentas. Navegar en luna nueva era peligroso, porque desaparecía la luz-ojo y navegar en luna llena buen augurio por que estaba completa; las tormentas eran sinónimo de contiendas.
El Ojo de Horus como amuleto es usado además como sinónimo de bienestar, también como remedio y protección para enfermedades oculares, potencia de la vista y la visión, protección para los difuntos, contra el robo, el miedo, la ignorancia y la pobreza.
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