Su origen es fenicio pese a que su etimología provenga del griego garus -un tipo de pez con el que los griegos comenzaron a realizar sus salazones- y lo más probable es que su elaboración comenzara en el sur de la actual España, en el entorno de la Bahía de Cádiz más concretamente, dado que los trabajos arqueológicos realizados en la zona han desvelado que contaba con todo lo que su producción pudiera requerir: salinas en San Fernando y Chiclana, atunes en sus aguas y más de 40 (conocidos) figlinae -talleres alfareros- dispersos a lo largo de la bahía. Pese a su origen cananeo, todo lo que sabemos de esta salsa nos ha llegado a través de la fuentes romanas que fueron quienes consolidaron una red comercial que se fue tejiendo ya desde los inicios de la llegada de población fenicia a la Península. Pese a que fue en época… Seguir leyendo
18 octubre 2012